miércoles, 9 de febrero de 2011

¿Prohibido prohibir? Ya, seguro...

Tras quitarse el camarero lo único que nos faltaba en el Círculo del Liceo era quedarnos sin el copa y puro, quiero decir sin puro, solo copa. El anterior Presidente de la Junta del club habilitó los viejos armarios de las peñas de manera que los camareros se pudieran retirar antes que los socios y, así, nos hemos visto obligados a servirnos nosotros mismos, cosa que no me ocasiona ningún problema, pero esto de privarme de mis cigarrillos...

Comparto con mucha gente lo de que no hay que obligar a los demás a respirar nuestro humo, vamos lo que llaman algunos "fumadores" pasivos. Entiendo perfectamente que pueda molestar a cualquiera el humo de tabaco pero de ahí a prohibir fumar completamente.

Por ahora, hay problemas sanitarios muchísimo más graves que el tabaco: por un lado está el alcoholismo y no hablo sólo de los bebedores empedernidos, hablo del tema botellón, conocido por todos, pero, sobre todo, el botellón entre adolescentes. Yo, gracias a Dios, he aprendido a beber desde la enseñanza de mi padre y de gente que yo he juzgado como de su confianza. Desde luego que alguna vez he bebido más de la cuenta y luego he sufrido las consecuencias pero siempre he disfrutado todo aquello que he bebido. La gran parte de la gente con la que comparto generación no sabe distinguir de un whisky de 10€/botella a uno de 150€, no que yo sepa apreciar uno de 150 € (que seguro que tiene que sentar mal de lo caro que es) pero desde luego se cuando me están dando "garrafón". La gente de mi edad, por norma general no bebe para disfrutar, bebe para desinhibirse; no han sido pocas las veces que he oído la frase "primero bebemos y luego vamos a (ponga aquí el nombre del local nocturno)". Como excusa a esta cita muchos alegarán las mismas excusas que se usan para practicar el "botellón":
-"Es que en la discoteca te cobran a 12 euros la copa"
-"Es que te ponen garrafón"

Secundo ambas excusas pero, desde luego, la solución no es el botellón. Uno puede beber en casa, cosa que no se suele hacer porque A) da palo limpiar y B) mis padres están delante. Respecto a A debo preguntarte, a ti, "botellonero", que pones la excusa, ¿también te da palo limpiar la calle?; y, acerca de B, si tienes vergüenza de hacerlo delante de tus padres, ¿no crees que, a lo mejor, lo que haces no está bien?

Por otro lado, aun secundando las anteriores excusas, yo mismo me las rebato. Yo sé de sitios y consumiciones que se pagan a 12 euros pero son consumiciones y/o sitios a los que no voy a menudo (no hablo de discotecas) por el alto precio que; por alto que sea, viene seguido, de alta calidad en productos servidos y servicio prestado, servicios y productos que se pueden también adquirir por precios menores pero en sitios no frecuentados por la gente de mi generación.

Encontrar una buena atención, un buen producto y un buen precio en la Ciudad Condal no es una tarea ardua si no se es muy sibarita y se es amable con el servicio. En mi caso, sigo el tópico de más vale malo conocido que bueno por conocer pero, aun así, busco lugares poco visitados por el común de los mortales. De tal manera se consigue un afecto por parte del restaurador (no hacen falta propinas para ello) y un mayor conocimiento de la cuantía pecuniaria que supondrá la velada a la vez que un conocimiento necesario para el joven no emancipado, la respuesta a la ya tradicional pregunta materna, "¿A qué hora vendrás?"

Mis amistades con el servicio me han dado desde "precios de amigo" , pasando por cuentas de 0€, hasta lo que yo mas admiro que es saber, ellos, lo que quiero sin saber que lo quiero, ¿me explico?

Creo más agradable comer o tomar algo en un lugar conocido que en la intemperie.

Esto de la intemperie me lleva de vuelta al tema de partida, el tabaco.


Admito que la nueva legislación tiene su razón de ser, preservar la salud de los trabajadores, la cual secundo, pero no deja de sorprenderme ver algunos de los camareros del Boadas o de mi club salir a la calle para fumarse un pitillo, cosa que ya hacían antes de la primera ley antitabaco pero ahora se me hace verdaderamente raro. Por otro lado, no me parece bien que me priven de mis aficiones en tanto en cuanto las llevo a cabo sin afectar ni molestar a nadie. Teniendo en cuenta que en mi club —nuestro club— hay sitios nunca visitados por el personal excepto para limpiar hecho curioso ya que nunca coincido con el personal que se dedica a ello: entonces, si yo estoy en un compartimento más o menos estanco, sin nadie a mi alrededor y ventilo posterior y correctamente la estancia ¿también lo tengo prohibido?

Sinceramente, no encuentro la lógica en la Ley 42/2010, de 30 de diciembre, pues su sino es proteger la salud de los trabajadores pero ¿que narices protege si no hay ni trabajador ni, por consiguiente, salud que proteger?, salvo la mía misma pero la norma no va enfocada a mi.

Me dan ganas de hacerme carlista solo para poder llamar "isabelina" a esta ley.

2 comentarios:

  1. M'agrada l' estructura, encara que segueixo pensant que ets millor quan ets més espontani.
    I el problema de la llei és que obviament, és massa general, i intentant no deixar llacunes s' han carregat molts casos que no encaixen del tot amb la fi de la mateixa.

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  2. Aún siendo no fumador, estoy de acuerdo en que la ley podria estar mejor estructurada. Por otra parte como habitual bebedor antes de ir de fiesta, no soy partidario del botellon y en ese aspecto coincido totalmente contigo.

    me gusta como manejas y te desenvuelves en el blog, espero poder seguir leyendo nuevas entradas :)

    Un abrazo ^^

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