lunes, 21 de noviembre de 2011

Festival "Al Ras", 2011

Víspera

A pesar de tener fecha en el 19 de noviembre, todo empezó la noche anterior en el "nou Caliu" de la calle Torrent de l'Olla. Tras una cena con chistorra, morcilla y vino de la casa, uno de los comensales, Lluís Gómez, gran artífice del festival y banjista de la Barcelona Bluegrass Band, se levantó y desenfundó su instrumento, seguido por más músicos entre los que se contaban los franceses Fred Simon y Jean-Marie Redon, ambos al banjo como el primero; a la guitarra Juan Pablo Caja y Kevin Thomson que también canto con característica voz rota; también Andrew Henley y Maribel Sánchez, tocando sendos contrabajos. De la señorita Sánchez se podría decir que hay más contrabajo que contrabajista pero con su gran técnica hace que el instrumento se le quede pequeño.

El Caliu

Entre Old Joe Clark, Reuben y otros himnos bluegrasseros llegó Richard da Silva, uno de los que regenta el Guitarland Guitarhospital, tienda de y taller para instrumentos musicales. Acompañaba al matrimonio redneck de los Buckner, Trae y Jamie Lynn. En seguida los tres se sumaron a la improvisada jam session de la cual disfrutábamos: Richard blandiendo mandolina, Trae alternando entre la guitarra y el banjo y su esposa emocionándonos con su voz sureña de gran belleza.

La cosa duró lo suficiente para que nos echaran educadamente del restaurante y nos despedimos para el día siguiente.


Mollet

El festival "Al Ras" hace, con éste, diez años que se celebra en Mollet, población cercana a la ciudad condal. Es el único evento de música bluegrass y old time que se celebra en la Península Ibérica. Este año no hizo honor a su nombre (al raso en castellano) debido a la fuerte lluvia, otros años se ha celebrado en el "Mercat Vell" de Mollet que tiene una atmósfera muy adecuada para el tipo de música que se hace, pero este año tuvo lugar en el centro cívico de "Can Pantiquet" cuyo aspecto es, como el de todos los centros de este tipo, de una mezcla entre templo metodista americano y centro penitenciario.

Empezó, a las 18:00, con Tony Giménez, cantante de folk, un hombre muy tranquilo cuya cuerda liga poco con los grupos que tocaron después de él pero que dejó la audiencia calentada para que los escoceses de Tin Horn Hank pudieran tocar.

De izquierda a derecha: Ricky Araiza, Lluís Gómez, Jean-Marie Redon, Eugene O'Brien y Fred Simon

Fue entonces cuando subió al escenario un ejercito de banjos de varios grupos para hacer tiempo debido al retraso de Nick Prescott, madolinista de los Tin Horn, por un percance automovilístico, pero todo llegó a buen termino al ser tocadas varias composiciones de éste que se retrasó y un muy adecuado Worried Man Blues por aquello de estar en jornada de reflexión final al 20-N. Cuando terminaron se oía de fondo a los Hillbilly Gypsies tocando con Ricky Araiza, Jean-Marie Redon y Richard da Silva en una sala contigua en una jam espontánea.

Los escoceses afincados en Barcelona de Tin Horn Hank.

Tin Horn Hank dejó paso los Booty Hunters, presentados jocosamente con su nombre traducido literalmente al castellano (los cazadores de culos). A la voz y al banjo estaba Xavi Ollé, con quien he tenido el placer de tocar y cuya actitud y aspecto de cowboy rockstar me sorprendieron habiéndole visto antes como comedido y modosito músico. Tocan un género que mezcla country y punk dándoles, el hooligan-grass, un aire más salvaje que el propio del bluegrass.

Booty Hunters (Cazadores de Culos).

Durante la breve pausa, cotilleé el merchandising disponible, camisetas, libros y distintos cedés de los grupos de los presentes.

Tras bocadillos, cervezas y coca-colas subió al escenario la BBB con Fred Simon, entre los temas el más vitoreado fue la composición de Lluís Gómez Manga el banjo, no sólo por la calidad de la misma sino por lo tragicómico del origen del título. Contaba el Maestro Gómez, que al gravar el tema en estudio no se decidían por el título y recientemente le habían entrado a robar a uno de los músicos, a éste le robaron todos los instrumentos a excepción de un banjo Gibson del año sesenta y pico, fue entonces que, a propuesta de uno de los técnicos, el tema se llamara así.

La Barcelona Bluegrass Band con Fred Simon.

Subieron Trae y Jamie Lynn Buckner al escenario acompañados por otros músicos con cuyas piezas emocionaron a todo al público, en especial cuando todos dejaron al señor Buckner solo en el escenario e interpretó, entre otros, O Death (a capella) y un Talk about suffering que, según contó, cantaba en los escenarios de sus inicios cuando su abuelo, un predicador Pentecostal, le pedía que tocara una canción para el Señor. También cantó junto a su esposa West Virginia Mountains, lugar de donde son.

De izquierda a derecha: Richard da Silva, Hillbilly Gypsies (Jamie Lynn y Trae Buckner) y Ricky Araiza.

En una breve pausa, Llu
ís Gómez fue homenajeado con un pastel en forma de banjo con diez velas en celebración de la décima edición del "Al Ras". Todo terminó con una magnífica y emocionante Jam final en la que participaron todos los músicos anteriores y algunos salido de público. Un gran final para un pequeño y modesto evento con grandes músicos, aun teniendo un clima económico y meteorológico tremendamente desfavorable.


*Fotografías extraídas de la página web de Jean-Marie Redon y Sharon Lombardi y la página web de Booty Hunters.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

¡No a la huelga estudiantil! ¡Sí a la universidad pública!

Mañana, jueves 17 de noviembre, se supone que hay huelga de estudiantes en defensa de la universidad pública. Me parece un completo despropósito, no el motivo de la huelga si no el hecho de que dicho objetivo se defienda por este medio.

Según tengo entendido una huelga (vaga en catalán) es el paro que hacen los trabajadores para reclamar mejores condiciones laborales a un despótico patrón. Bien, para ser trabajador se necesita hacer una serie de tareas y cobrar por hacerlas, que yo sepa, la universidad no nos paga, ni a ningún compañero mío ni a mi, por el hecho de estudiar, cierto que hago tareas y mi trabajo es el estudio pero no es un empleo ni se trata de una experiencia laboral. Aunque, recordando la cita del presidente Rodríguez Zapatero en excusa para intentar quitarle hierro al problema del desempleo (cuando un joven se está formando está trabajando), podría ir bien al Ministerio de Educación bien a la Conselleria d'Ensenyament para reclamar todo el sueldo que me han retenido el último año y medio.

A dónde quiero llegar es a la perdida de tiempo que resulta hacer huelga en calidad estudiantil, si yo pago por estudiar, no me puedo permitir dejar de venir a clase para reclamar vaya usted a saber qué. Una manifestación fuera de horario lectivo sí tendría sentido.

Si las notas y expedientes de toda la población universitaria española fueran brillantes (o al menos la media) tendría algo más de sentido pero, tal y como está la cosa, esta "huelga" tiene más relación con la pereza y que cualquier excusa es buena para no trabajar. Si vemos el término en catalán, la etimología de "vaga" tiene origen en la misma palabra que el el vocablo castellano de vago. Esto es, en este caso, vaguear inútilmente por no querer trabajar más allá de que se quiera maquillar con la excusa de un respetable motivo.

Un buen amigo, el periodista Carles Navales, Dios le tenga en su gloria, me dijo ante una situación similar que lo que se debería hacer es llevar al profesor a la calle y que los discentes recibieran clases ante los ojos del país, cierto que se podría acabar obligando a aquellos que no quieren participar en la huelga pero siendo todos participes de la educación universitaria pública, no creo que nadie de mis compañeros esté en posición de negarse ni tampoco nadie del profesorado. Por lo tanto, hagan huelga pero háganla bien, sin disturbios, ni quejas por que sí, sino siendo constructivos y dado una imagen merecedora de mejoras educativas con muestras de esfuerzo y trabajo, no vagueando y dando aires de justicia social y falsa buena fe.

sábado, 12 de noviembre de 2011

El Bigote

El origen del término esta en el grito de guerra de los bárbaros, ¡Por los dioses!, algo parecido al by god inglés. Este atributo tan masculino y, como dicta el estereotipo, femeninamente portugués ha sido el filtro de sopas para numerosos personajes históricos.

Dos bigotes que siempre acuden a mi memoria son el de Nietzsche y el de Chaplin. El primero es una exageración del de Tom Selleck, muy adecuada, si se me permite, dada la fuerza de su obra literaria (y digo literaria deliberadamente). El segundo, aunque postizo, es una de las señas características con las que ha pasado a la posteridad junto al bombín y la caña dulce. Éste, llamado toothbrush (cepillo de dientes) y típicamente británico, fue degradado al asociarse con cierto dictador con pintas de camarero de flequillo grasiento. De hecho, hay una plataforma para la eliminaZión de la lacra genocida que pesa sobre el tercio central del labio superior.

El bigote que realmente me enamora es el que estoy cultivando desde hace una temporada. En inglés lo llaman handlebar, ya que asemeja al manillar de las bicicletas antiguas. Como caballero me interesé por cómo, cuanto y cuando conseguiría tener el mostacho que ya estoy consiguiendo. con mis pesquisas me tope con todo tipo de curiosidades: redecillas para dormir, peines, clubs, ceras y, finalmente, Moviembre (Movember).

El Movember consiste en afeitarse la mañana del primer de mes y, a partir del día dos no afeitarse el bigote. Esta tradición esta bastante arraigada en los clubs de rugby británicos y entre jugadores y técnicos compiten mostacho contra mostacho en originalidad, longitud, diseño, etc. Pero el verdadero motivo de esta afición es prestar apoyo moral a aquellos afectados de cáncer de próstata.

Siendo un apoyo un apoyo moral con un punto cómico y, en algún caso, ridículo no deja de tener una buena intención sin olvidar tampoco que haga que se retome, en cierto modo, la costumbre de peinarse y recortarse el vello del labio superior sea de modo daliniano, en plan general del ejercito confederado o buscando un bigote de esos de zarzuela.

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Como llama un tejano a su hija?

¡Yeeha! Este domingo toqué en una jam session de bluegrass en un afamado bar del barrio de Gracia, el Astrolabi. Estoy convencido de que más de uno debe creer que soy un estirado, niño bien o alguna cosa por el estilo. La cosa es que en aquella velada toqué mi banjo acompañando a otros 4 músicos mucho mejores de lo que yo seré pero a pesar de mi se creó un ambiente festivo de baile y cánticos de rednecks y cowboys americanos; algo parecido al ambiente bávaro que viví en la Volksfest de Stuttgart pero en tamaño reducido. Esta vez nadie rompía jarras de litro ni comía pollo frito pero corrían las cañas y alguna que otra tapa de aceitunas.

Saltó con la armónica al escenario una muy buena amistad de mi compañero Stranglehoff y mía propia, Eduardo Ramos (barman que regenta un excelente cocktail bar en Sant Gervasi). Fue grata la sorpresa que se acoplara sus bufidos e inspiraciones metálicas a un estilo musical que no es el suyo con tanta facilidad.

Lo gracioso de todo ese ambiente es el hecho de que se respirar un aire como de saloon de película de John Wayne (pronunciado tal como se lee) sin peligro de tiroteos y con algún tema contemporáneo como "Tell It To Me" de los Old Crow Medicine Show. Aquellos bailes esperpénticos de pies al aire y brazos entrelazados: nada de danzas kuduro o cosas así.

Fiesta, bailes, alegría y música pero dentro de la animación reinaba una gran calma, sin necesidad de altos volúmenes ni alcohol barato ni altas horas de la madrugada para creer haberlo pasado bien y recordar poco o nada. Sencilla diversión que incluso los que no serían de esta cuerda la disfrutarían (oí más de una vez la frase "esto tenemos que hacerlo más a menudo").

Mi conclusión es que llegar a las once y media de la noche a casa, completamente sobrio y con una gran sonrisa es mejor que la mayor de las interminables noches de locura y desenfreno, con la resaca que conllevan. He dicho.